En la universidad me llaman "Chico de los shorts". ¿Por qué? Porque incluso en invierno me paseo en shorts y camiseta de tirantes. Pero hay una razón para ello: al parecer, cuando sudo, las chicas se vuelven locas por el olor. Mi sudor parece tener algún tipo de efecto afrodisíaco que vuelve locas a las mujeres. Así que he estado haciendo todo lo posible para pasar desapercibido... Pero, de alguna manera, acabo en una sauna con tres chicas: una jovencita tsundere, una belleza reconfortante y una princesa inteligente, todas ellas con unos atractivos impresionantes, ¡y todas afectadas por los efectos de mi sudor! La cosa se desmadra cuando empiezan a preguntarse si otros "líquidos" tendrían efectos más fuertes.