Sheng Anran fue traicionada por su hermanastra, quien la engañó para pasar la noche con un hombre desconocido… ¡y quedó embarazada! Después de nueve meses de gestación y un parto que la dejó al borde de la muerte, solo pudo ver cómo su hijo era arrebatado de sus brazos. Años más tarde, regresa al país con una hermosa niña de la mano, sin imaginar que un hombre la detendría furioso, exclamando: «¿Cómo te atreves a robarme a mi hijo?» Sin embargo, la niña lo empuja con el ceño fruncido y dice con determinación: «¡No toques a mi mami, a menos que estés dispuesto a ser mi papi!»